Oasis y más: cuando las bandas se separan pero no se van para siempre

El final de una banda puede ser emotivo y significativo para sus miembros y fanáticos. Oasis, por ejemplo, terminó abruptamente en 2009 cuando Liam Gallagher irrumpió en el camarín blandiendo una guitarra y Noel, su hermano, decidió irse.
Por otro lado, Pink Floyd se reunió una última vez en el Live 8 de 2005, después de que el baterista Nick Mason lograra convencer al bajista Roger Waters y al guitarrista David Gilmour de participar. A pesar de las tensiones entre Waters y Gilmour, la presentación fue un éxito y Mason recuerda con cariño los ensayos previos.
The Zombies dio su último concierto en el Barbican de Londres en junio, sin saber que sería su última presentación debido a la enfermedad del tecladista Rod Argent. Su cantante, Colin Blunstone, ahora sigue adelante con su carrera en solitario.
Crowded House se despidió con un concierto gratuito frente a la Ópera de Sydney en 1996, con una multitud de 150.000 personas. Su líder, Neil Finn, recuerda la emoción y la energía de ese momento.
Rush, por su parte, terminó su última gira en 2015. Su cantante y bajista, Geddy Lee, aceptó el final con dificultad, pero reconoce que cada miembro tenía prioridades diferentes.
The Loft se separó en 1984, pero su cantante, Pete Astor, se reunió con la banda este año para grabar su álbum debut. Aunque las heridas del pasado siguen presentes, Astor busca reparar el daño.
Cada uno de estos músicos encontró su camino después del final de sus bandas. Algunos se reunieron, otros continuaron en solitario y otros encontraron nuevas pasiones.