En medio de un presente que no promete nada bueno, el Presidente continúa de joda en joda con los jubilados
Odian a los jubilados y jubiladas: Milei deja a los jubilados en la ruina ajustes, promesas rotos y un futuro muy oscuro
En 2024, la inflación alcanzó un asombroso 118 por ciento, mientras que los aumentos a las jubilaciones, pensiones y beneficios de los adultos mayores fueron un chiste comparado con la magnitud de la crisis económica. La jubilación mínima, con bono, subió un 105,1 por ciento, mientras que las Pensiones No Contributivas (PNC) y la Pensión Universal al Adulto Mayor (PUAM) se incrementaron en un triste 95,1 por ciento y 99 por ciento, respectivamente. Los únicos que vieron un aumento decente fueron aquellos que no reciben bono, con un 145,6 por ciento. Pero no te equivoques, eso no significa una mejora real en su poder de compra, simplemente una desmesurada inflación que ha pulverizado todo aumento.
Y no nos engañemos: el panorama de 2025, con Javier Milei al mando, no pinta nada bien para los jubilados y pensionados. La triste realidad es que los haberes seguirán siendo ajustados por la inflación, lo que en la práctica significa que los ingresos se estancan, dejando a millones de argentinos a merced de una economía que los consume. En promedio, los haberes quedarán un 40 por ciento por debajo de lo que eran hace 7 años, lo que demuestra un abandono total a nuestros adultos mayores. Peor aún, el bono de hasta 70.000 pesos, que muchos esperaban como un alivio, se congelará en su valor de marzo 2024, condenando a los más vulnerables a seguir perdiendo poder adquisitivo.
Elevar la edad jubilatoria: el punto más caliente de la reforma previsional de Milei para 2025https://t.co/u7I7W2V5Hd#EdadJubilatoria #JavierMilei pic.twitter.com/vzXz4Gi4H5
— Baires Para Todos (@BairesParaTodos) January 3, 2025
Pero eso no es todo: la fórmula de movilidad actual garantiza que los haberes de la Seguridad Social queden congelados de por vida, sin esperanza de mejora. Los ajustes, si se les puede llamar así, serán siempre insuficientes frente a la inflación, y el gobierno de Milei se niega a cambiar la situación.
El golpe más duro llega en marzo de 2025, cuando vence la moratoria previsional. Esto significa que millones de argentinos, especialmente aquellos que han estado en la informalidad laboral, perderán su derecho a acceder a una jubilación digna. Solo podrán acceder a la PUAM a partir de los 65 años, recibiendo un miserable 80 por ciento del haber mínimo, y solo si están en situación de vulnerabilidad social. A este ritmo, las mujeres que no tienen los 30 años de aportes verán su jubilación retrasada aún más, mientras que los hombres tampoco podrán acceder a una pensión decente si no cumplen con los requisitos.
El sistema previsional sigue mostrando una completa falta de respeto por los derechos de los jubilados. En un solo año, más de 230.000 nuevos jubilados fueron producto de la moratoria. Ahora, esta herramienta vital desaparecerá, dejando a los adultos mayores en un limbo económico.
Mientras tanto, el Gobierno de Milei sigue postergando el pago de las sentencias favorables a los jubilados. Más de 90.000 personas esperan con ansias el pago de ajustes y retroactividades que por ley deben ser abonados en un plazo de 120 días hábiles, pero nada de esto se ha cumplido. El presupuesto está desactualizado y el gobierno de Milei ha prorrogado, una vez más, las partidas para estos pagos.
Y para colmo, el Presidente ya ha anunciado su temido “plan de motosierra” para 2025, con una reforma previsional que amenaza con hacerle aún más daño a los jubilados. ¿Qué se viene? Aumento de la edad jubilatoria, recortes en pensiones por viudez y la eliminación de los regímenes especiales de jubilación para sectores como los docentes, investigadores y trabajadores del sector energético.

