La guerra interna del peronismo en la provincia de Buenos Aires sigue subiendo de temperatura. Si alguien tenía dudas de la intensidad de los roces dentro del partido,
Enemistad manifiesta: Kicillof se mostró con Ferraresi tras su faltazo a la asunción de CFK en el PJ
Axel Kicillof se encargó de disiparlas al ausentarse del evento más esperado por la militancia: la asunción de Cristina Kirchner al frente del PJ. Pero a no preocuparse, que el gobernador no estaba descansando ni buscando una excusa para zafar de la incomodidad política. No, no, él tenía “una agenda súper cargada”, claro, porque la historia de Cristina asumiendo el liderazgo del partido quedó en un segundo plano frente a una agenda que, misteriosamente, incluyó una visita a Jorge Ferraresi al día siguiente. ¿Coincidencia? Claramente no.
En el paraíso de la interna del peronismo, Kicillof se dejó ver en Avellaneda, compartiendo elogios con Ferraresi, el hombre que no solo es el más enfrentado a La Cámpora, sino que también tiene la virtud de nunca estar en la misma página que Cristina. A la luz de las tensiones de los últimos meses, la escena no pasa desapercibida para nadie que esté prestando atención al partido. ¿Y qué hizo el gobernador? No desaprovechó la oportunidad para lanzar flores al intendente de Avellaneda, mencionando que «siempre está un paso adelante en inversión e ideas nuevas». ¡Claro, porque después de todo, quién necesita un poco de «viejas» ideas cuando puedes estar en la constante búsqueda del aplauso del jefe del momento!
Pero el espectáculo no terminó allí. Mientras Cristina asumía el liderazgo del PJ, Kicillof prefería entregar viviendas y recorrer exposiciones con Ferraresi, una conducta que podría denominarse «modernidad versus tradición», si se quiere. Por supuesto, la justificación oficial para la ausencia en el acto clave era que «la agenda estaba armada hace semanas», lo que da la impresión de que, por alguna razón, esa «agenda» nunca se alineó con el evento de Cristina.
Y mientras Kicillof se abrazaba al futuro con Ferraresi, el clima de guerra con La Cámpora no solo era palpable, sino que se notaba también en la ausencia de Ferraresi en la reunión del PJ en Moreno, donde claramente prefería no compartir oxígeno con quienes le hacen sombra a su modelo de poder local. En su lugar, el intendente prefería crear otro tipo de alianzas, más allá de los círculos cerrados del kirchnerismo.
Como si fuera poco, la perla del encuentro fue el toque de «resistencia» de Ferraresi, quien tras inaugurar paneles solares en una escuela técnica, se lanzó con un épico «se vienen años de resistir y proponer un
modelo totalmente diferente al de (Javier) Milei«.

